Haz lo que tengas que hacer resueltamente y con todo el corazón. El viajero que duda únicamente levanta polvo en el camino” El problema está que muy pocas veces tenemos claro lo que tenemos que hacer y sobre todo para qué. La mayoría de nuestras acciones están hechas de forma automática y por costumbre, los hábitos son el gran motor que mueve nuestro actuar, sin darnos cuenta que es justamente esa monotonía la que nos cansa y nos agota y lo más grave es que nada de lo que hacemos de esa forma inconsciente, nos sirve para evolucionar de forma consciente. Nunca debemos dejar de lado, la importancia que lo material tiene en nuestra evolución espiritual, porque “El ser humano crece desde lo material hacia lo espiritual a través del conocimiento y practica de las leyes espirituales, el ejercicio de su libre albedrio y la toma de sus propias decisiones” cada ser humano...
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